Fuenlabrada - Arroyomolinos - Batres

Lo que comenzó como una ruta asequible se convertiría en un pequeño infierno para los osados ciclistas que se animaron a realizarla, cinco de los cuales vieron el suelo más cerca de lo que les hubiera gustado.

Como había mucha gente nueva decidimos repetir una ruta ya realizada, la que va a Arroyomolinos. Pero ésta vez añadiendo un tramo nuevo para hacerla más interesante...

Sobre el mapa parecía sencillo, pero en él se ocultaban largas cuestas llenas de surcos, zonas de arena donde la bici se volvía ingobernable y estrechos senderos cargados de sorpresas. No obstante, todos terminamos con ganas de más.

Como la crónica de gran parte de esta ruta ya está comentada me limitaré a resumir los mejores momentos de la misma y ya con mas detalle el nuevo tramo añadido.

Partimos de la zona de Loranca en un continuo camino cuesta abajo en el que de nuevo, y como la última vez, volvemos a picarnos entre nosotros para ver quién toma más velocidad. Este largo descenso se rompe al llegar a la vaquería "Los Combos", donde debemos subir una corta pero intensa cuesta y tomar de nuevo otra bajada que nos lleva hasta los márgenes del Arroyo de los Combos.

Vuelvo a recordar que esta zona tiene una gran belleza paisajística, por lo que recomiendo a todo el mundo esta parte de la ruta.

A la altura del kilómetro 10.5 pasamos bajo una carretera y nos encontramos una larga zona de arena suelta donde la bicicleta se hace dueña de la trazada, y es en ese punto donde Bart sale volando por los aires al clavarse su rueda delantera. Suerte que la arena hace de colchón y en la caída sólo se lastima su orgullo, jejeje! Unas risas y a seguir.

Llegamos al esperado circuito de motocross y todos los deleitamos con sus rápidas zonas técnicas que exigen algo de pericia en la conducción. El segundo incidente del día surge cuando Carlos, en una subida muy inclinada, no lleva el cambio adecuado para subir y, al no poder sacar la cala a tiempo, rueda cuesta abajo por un terraplén de al menos 5 ó 6 metros. Con algún moratón en el cuerpo puede seguir tranquilamente la ruta.

Al final de este circuito y mientras los demás descansamos, dos osados deciden bajar por la cuesta que ya probamos la última vez. En primer lugar David demuestra su técnica y la realiza cual juego de niños se tratase. El segundo, Dani, no tuvo tanta suerte y una velocidad excesiva en el tramo final hizo que frenara con su cuerpo, llevándose por delante todos los cardos que encontró en su camino. Arañazos, contusiones... nada que nos impida continuar.

Volvemos hacia Arroyomolinos por una pista de tierra y lo bordeamos por su zona suroeste para cruzar la R5 y tomar rumbo al Monte de Batres, zona inexplorada donde realizaremos un recorrido circular de este a oeste. Pasando bajo la R5 observamos algo reptando en medio del camino, por lo que reducimos drásticamente la marcha para observar a una larga (y ancha) culebra que se ha salvado por los pelos del atropello. He encontrado una foto de una que se le parece, en serio!

Aquí David ve como su codo se estrella contra el suelo al no percatarse de que habíamos parado. Otra caída, y ya van cuatro!

Rodamos por caminos de dura tierra que tan pronto nos hacen subir piñones como cosacos como poner el juego de carrera y acelerar a tope, siempre con cuidado puesto que los bancos de arena suelta aparecen por sorpresa. El paisaje, de nuevo secano tras salir de Arroyomolinos, va tomando un tono verdoso a medida que aparecen pequeños matojos y arbustos, lo que nos indica que Batres ya está cerca.

Pasada la M404 subimos un par de inclinadas cuestas (la primera de ellas hace poner el pie en tierra a todos) y llegamos a la localidad de Batres, donde cual zahoríes localizamos una plaza con fuente para reponer líquidos pues varios miembros del grupo necesitaban agua inminentemente. En esta época del año el calor hace necesario beber un mínimo de medio litro a la hora, tanto para hidratarnos como para refrescarnos (yo recomiendo llevar siempre un camel a la espalda).

Saliendo de Batres nos esperan un par de kilómetros de senda estrecha y muy rápida, donde hay que estar muy atento a los grandes surcos dejados por las aguas. Uno de ellos llega a medir más de medio metro. Meter la rueda delantera en él significa una caída grave, yo he llegado a presenciar roturas de clavícula en sitios parecidos.

Cruzamos de nuevo bajo la M404 y giramos a la izquierda abriendo una valla que impide el paso de ganado, con el que afortunadamente no nos encontramos. Esta divertida senda discurre paralela al río Guadarrama y nos depara divertidos y estrechos tramos revirados con toboganes que te pillan de imprevisto, por lo que a pesar de que no hay peligro hay que ir muy pendientes. Una perdiz del tamaño de una gallina se para en medio del camino y, sin inmutarse, nos observa pasar. Otro animal con suerte.

Al final de esta zona y antes de girar a la derecha hacemos un punto de reunión. Nadie ha besado el suelo esta vez, lo que es algo reseñable tal como va la ruta. El siguiente tramo nos sorprende con dos kilómetros de continua subida, una primera parte a través de una senda muy estrecha con fuertes repechos, uno de los cuales hace al menda caer de lado al no darme tiempo a cambiar al juego correcto de plato/piñón. Quinta y última caída de la jornada. En el segundo tramo de subida el camino ya es más ancho, pero con surcos y roderas que hacen inestable el manejo de la bicicleta.

Coronado el Monte de Batres emprendemos la vuelta hacia Fuenlabrada. La vegetación toma de nuevo un color amarillento y volvemos a recorrer anchas pistas que nos conducirán a la localidad de Moraleja. Pero antes de entrar en la misma Álvaro se despide del grupo y parte hacia Humanes. Los demás aprovechamos para recuperar nuestras mermadas energías. La cuesta por el interior de Moraleja es  el último escollo a vencer, la vuelta a Fuenlabrada ya será coser y cantar.

Una última parada en la sidrería "El Culín" del Camino del Molino para tomarnos unas refrescantes cervezas dará por concluida esta "asequible" ruta.

El track de nuestra ruta en Wikiloc:

Clic aquí para verla en detalle.